lunes, 2 de julio de 1990

Abolición de la monarquía absoluta en Francia - Transformaciones de la Revolucion Francesa

Una de las consecuencias inmediatas de la Revolución Francesa, fue la abolición de la monarquía absoluta en Francia. De esta manera, se puso fin a los privilegios de la aristocracia y del clero. La servidumbre, los derechos feudales y los diezmos fueron eliminados y se introdujo el principio de distribución equitativa en el pago de impuestos. Luego de los primeros años de la revolución y de una serie de revueltas internas, donde se enfrentaron los distintos sectores que componían la asamblea nacional, en 1799, Napoleón Bonaparte dio un golpe de Estado que terminó con el llamado Directorio y se convirtió en Cónsul, dando un discurso en que dio por terminada la revolución. Se iniciaba así un período en que los franceses ampliarían su área de acción, expandiendo los principios revolucionarios por varios países del continente europeo. Napoleón, durante el Consulado, introdujo una serie de reformas que ya habían comenzado a aplicarse en el periodo revolucionario. Dentro de ellas se destacan algunas como que todos los ciudadanos, independientemente de su origen o riqueza, podían acceder por medio de exámenes de concurso, a un puesto en la enseñanza. La reforma y codificación de las diversas legislaciones provinciales y locales, que quedó plasmada en el Código Napoleónico, evidenciaba muchos de los principios y cambios que había aportado la Revolución: la igualdad ante la ley, el derecho de habeas corpus y disposiciones para la celebración de juicios justos. El procedimiento judicial establecía la existencia de un tribunal de jueces y un jurado en las causas